La ansiedad, junto con el estrés, es un mecanismo de defensa del cuerpo que nos alerta de un posible peligro inminente o futuro. Es una reacción perfectamente normal y adecuada que nos permite hacer frente a determinadas situaciones potencialmente peligrosas.
Lamentablemente, estos mecanismos no se han puesto al día con nuestro nuevo estilo de vida y no logran diferenciar entre un peligro real y una acción normal de nuestro día a día. Algo tan cotidiano como las prisas, una reunión, un atasco o a una visita médica puede provocarnos un cuadro de estrés o ansiedad generalizado.
El problema con la ansiedad y el estrés surge cuando no los sabemos gestionar y se convierten en una condición permanente que se acaba manifestando en el plano físico. Los síntomas como el aumento del ritmo cardíaco, la sudoración, el bruxismo o una sensación de miedo o tensión pueden llegar a impedirnos llevar nuestra vida con normalidad.
Además, la incertidumbre derivada de situación de extrema excepcionalidad en la que nos encontramos desde hace ya un año ayuda a que estos síntomas se acentúen y generalicen, convirtiendo al estrés y la ansiedad en dos de las grandes secuelas que deja el Covid-19.
Si sufres de estrés o ansiedad de manera puntual, puedes ayudar a aliviar sus síntomas controlando el ritmo de tu respiración, reduciendo la ingesta de bebidas estimulantes, dando un paseo cerca de la naturaleza o haciendo ejercicio.
Si crees que estás experimentando algunos de estos síntomas, podemos ayudarte. Nuestro gabinete de fisioterapia podrá valorar tu caso sin ningún compromiso y proponerte un tratamiento personalizado.