¿Las manchas de tus dientes te impiden sonreír con confianza?

Son muchos los pacientes que acuden a la consulta con problemas relacionados con manchas o pigmentaciones en sus dientes, alteraciones que provocan un deterioro en la estética de la sonrisa y que en muchas ocasiones afectan a la confianza del paciente a la hora de sonreír. 

De manera sencilla y general, podemos hablar de pigmentaciones extrínsecas e intrínsecas de los dientes dependiendo de si la alteración del color se debe a un proceso en la superficie del diente o en el interior de los tejidos del mismo.

En este artículo, nos centraremos en las segundas, y más concretamente en las relacionadas con defectos/alteraciones en la formación de los tejidos dentales y en su mineralización (fluorosis, hipoplasias superficiales del esmalte, defectos estructurales con pigmentaciones asociadas…etc).

Estas manchas pueden tratarse mediante un sencillo e indoloro tratamiento, la MICROABRASIÓN SELECTIVA DEL ESMALTE.

Para ello, se aplica un producto sobre la superficie del diente que va a producir un pulido de la misma, provocando la desaparición progresiva de dichas manchas. Lo más habitual, es que dichos efectos se consigan en una única sesión, aunque en los casos más marcados puede necesitarse una segunda intervención. El proceso se realiza sin anestesia y sin molestias para el paciente, y se completa con un proceso de remineralización posterior de la superficie dental con esponjas de nanohidroxiapatita (componente natural del diente) y el empleo de un serum de nanohidroxiapatita para el cepillado durante 15 días después del tratamiento.

Si padeces este problema y quieres solucionarlo, te ayudamos a conseguirlo.                                                     Pide tu consulta de valoración, ¡te esperamos!

Doctor David Calvo.

¿Expectativas altas en los tratamientos dentales?

Expectativas altas en resultados odontológicos.

La aparición de nuevas tecnologías, la mejora de los materiales y de los nuevos protocolos y técnicas en el ámbito de la odontología han hecho que los resultados estéticos de nuestros tratamientos se hayan visto mejorados de manera muy importante. 

En el ámbito de la ortodoncia, la aparición de los alineadores transparentes tipo Invisalign ha provocado el miedo de algunos pacientes a ver afectada la estética de su sonrisa por la presencia de los brackets y los arcos de ortodoncia convencionales de color metálico.  
Lo mismo ha ocurrido en el ámbito de las prótesis dentales, con la aparición de materiales como el Zirconio o el Disilicato de Litio (Emax) que han venido a sustituir a las coronas de metal porcelana convencionales. Estos materiales otorgan mayor naturalidad a las restauraciones gracias a su translucidez muy similar a la del diente natural, a diferencia de las coronas convencionales. Además, esta estética se mantiene estable en el tiempo, evitando la aparición de desagradables líneas negras próximas a la encía que acontece con las restauraciones de metal porcelana. Sus procesos de fabricación totalmente digitales añaden precisión frente a los métodos tradicionales, y mayor resistencia al tratarse de coronas monolíticas (de una sola pieza) frente a las coronas metal porcelana donde la cerámica se va añadiendo por capas sobre la superficie de la estructura metálica de la corona y por tanto con mayor riesgo de fractura o desconchado de facetas de porcelana. 

También se han mejorado los procesos de planificación y diagnóstico, lo que permite visualizar el tratamiento antes de su realización y por tanto hacerlo más predecible, gracias a las simulaciones digitales y el DSD o diseño digital de sonrisa. 

Sin duda, estas mejoras han traído un incremento en las demandas estéticas de nuestros pacientes y un mayor grado de exigencia en cuanto a los resultados de los tratamientos. Ya no vale aquello de que el tratamiento sea funcional, debe aunar un alto grado de estética y funcionalidad. 

En ocasiones, estas mejorías hacen que los pacientes puedan tener una visión irreal y distorsionada de que no existen límites a la hora de alcanzar resultados en sus tratamientos dentales, algo que sin duda es erróneo. Existen factores limitantes que deben ser entendidos por profesional y paciente antes de comenzar con el tratamiento y que deben ser puestos en común para evitar desilusiones porque no se hayan alcanzado las expectativas puestas en el tratamiento. 

La planificación y la comunicación directa y sincera entre profesional y paciente ayudarán sin duda a evitarlo, consiguiendo que la satisfacción de ambos sea la adecuada al terminar el mismo.